Y aquí es cuando yo bajo la cabeza, miro hacia el suelo y me encojo de hombros. "A todo", diré, esperando a que me regañen o algún tipo de expresión contrariada.
Ustedes me mirarán como quién mira a un marginado: sentirán lástima, porque ese es el primer instinto del ser humano cuando vemos a alguien en situaciones trágicas y no conocemos la historia. Querrán ayudarme y algunos de ustedes se atreverán a decirme necias frases como "todo va a mejorar", "no es una mala vida, es sólo un mal día", "eres muy joven para pensar así...", algunos sólo se limitarán a preguntarme cosas obvias, otros sólo me mirarán y me abrazarán.
El efecto es el mismo.
Siento asco de mí misma, siento asco de mi vida, siento asco del mundo donde vivo. Y voy a renunciar a ellos no importa lo que digan.
Yo voy a esperar a que alguno de ustedes diga algo que me guste lo suficiente como para cambiar de opinión. Créanmelo, estoy desesperada porque alguien me cambie de idea.
No va a ser así, porque soy terca como la puta madre y porque estoy enferma mentalmente y no estoy diagnosticada en absoluto.
Podría seguirles contando cómo sería esta historia si estuviésemos frente a frente y yo me encontrara en el estado en el que me encontraba hace apenas cinco horas. Entre la desesperación, el frío extraño y el dolor muscular de las piernas por haber caminado como tonta por el centro de mi ciudad esperando a que la incomodidad dentro de mí se calmara un chingo, mi cabeza daba vueltas.
Renuncio, de eso estoy segura. Voy a renunciar, estoy renunciando en el momento en que así lo decidí.
¿Pero a qué en específico?
Hay tantas cosas, a veces siento que me ahogo.
Sacar la cabeza a la superficie es lo que intento hacer, pero ¿Y QUÉ SI VEO ALGO HORRIBLE ALLÁ AFUERA? OMG, ¿SE IMAGINAN? TANTO TRABAJO PARA NADA.
Y estoy en medio de la nada. O nado y salgo a la superficie para enfrentarme a la horrible vida o me quedo quieta, aguanto la respiración tanto como pueda y termino ahogándome alv.
Decisiones, decisiones, nunca he sido buena tomando decisiones.
Estoy tan cansada, de verdad. Siento que tengo el peso del mundo en mis hombros y yo ni siquiera pedí que lo pusieran ahí, ni siquiera recuerdo cómo es que llegó ahí.
Necesito ayuda, lmao.
Por ahora, lo que puedo decir es lo siguiente:
Renuncio. A todo.
Renuncio a tener un mal trabajo.
Renuncio a tener malos amigos
Renuncio a tener malas relaciones
Renuncio a tener miedo de decepcionar a los demás
Renuncio a tener que vivir una vida que no es mía mientras consigo un escalón para vivir
Renuncio a tener que seguir creyendo que si cierro los ojos y me quedo dormida la vida va a mejorar.
Renuncio a todo ya, alv.
Córranme de mi trabajo, córranme de la vida, córranme de sus existencias, amigos. Ya terminé.
Renuncio.
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