La cucaracha no es un animal muy popular, quizás debido a que ha sido catalogada como "insalubre" y "fea". No recuerdo desde cuándo me empezó a gustar, pero un día que iba caminando por la calle y pasé cerca de un rincón de basura vi a una caminar con una delicadeza poco común en la naturaleza. La adorable criatura, ajena a mi presencia, siguió deslizándose por entre la basura. Hermoso.
Desde ese momento, creo que sentí una extraña empatía y curiosidad por esos animalitos y a partir de entonces evitaba con todas mis posibilidades el que las asesinaran. Si había alguna en mi casa, yo corría por papel o algo para sacarlas a la calle antes de que alguno de mis sedientos de muerte familiares las aplastara. Cuando iba a dar clases, y veía a una, procuraba sacarlas al jardincito fuera de mi salón.
Me gustan las cucarachas, creo que son animales muy maltratados por la sociedad en general, pero a mi parecer son bonitos.
Las cucarachas y su mala fama me hacen pensar en el futuro.
El futuro no tiene cara amigable para casi nadie en el mundo actual. Y si sí tiene cara amable para ti déjame decirte que estás súper privilegiado o estás muy drogado.
No sé qué más decirles sobre el futuro.
Yo todavía no sé qué voy a hacer con mi vida. Sé que quiero escribir, y sé que quiero ejercer, pero sé que quiero, por sobre todo eso, ser feliz.
Sé que quiero que los demás, mi familia y mis amigos sean felices. Sé que quiero que mis parejas también lo sean.
Y a pesar de eso, no sé por dónde dar mi siguiente paso, no sé qué debo o puedo esperar. Tampoco sé que va a pasar con mi amistad con mi mejor amiga.
Pero si de algo estoy segura, es que las cucarachas son bonitas e inteligentes y deberíamos aprender a escucharlas.
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