sábado, 21 de octubre de 2017

Las inconveniencias de seguir enamorada de mimors

Con facilidad puedo decir que soy la persona más torpe que he conocido en toda mi vida -que igual no es muy larga pero sí he conocido a muchísima gente, para mi mala suerte-. No sólo soy torpe, también soy súper talentosa, en extremo sensible y estoy impedida mentalmente.

Bueno, pero esto no se trata de mí ni de enlistar el complejo universo del que estoy hecha. Esto se trata de alguien más. Pero para hablarles de alguien más y de lo que me sucede, es necesario contextualizarlos para que me entiendan. O no. Hay gente que sabe de esto y me conoce de años y sigue sin entenderlo. 
Tampoco yo lo entiendo.



Luego de más de dos años, aprendí que esto no es algo que se pueda entender o se pueda explicar. No tiene sentido, por más que yo me he quebrado la cabeza por hallarle algo de lógica, algo de sentido. No lo tiene. ¿Y eso está bien?

No lo sé, supongo que sí.

Les hablo de esto siendo consciente de que más de alguno terminará con dolor de cabeza por poner en blanco los ojos al leer esto. Yo sé que lo que mis amigos opinan de esto. Ellos saben que la única opinión que realmente escucho es la propia y yo opino que está bien. Que lo vale. Que me divierto. Que me hace feliz. Que ese "Mariana, no, por favor" es un MARIANA SÍ, SÍ, SÍÍÍÍÍ.


Pero no sólo se trata de llevarle la contraria a las personas, que es uno de mis evidentes pasatiempos, sino que es algo mucho más.


Es escuchar su voz en cada canción que escucho. Es oírlo ahí, en los acordes de guitarra, es oírlo en los falsettos, es oírlo ahí en las palabras tristes, en las palabras románticas, en las palabras iracundas. Es cerrar los ojos y estar segura que Ryan Tedder compuso esa canción inspirándose en él. Es apostar el trasero a que Carly Rae Jepsen lee este humilde -no tan humilde- blog para componer. 
Es pensar que ellos lo saben, ellos lo sienten, ellos lo pueden ver.

Es ver su cara en mis sueños, en mis pesadillas. Es leer alguno de mis libros favoritos antes de dormir para evitarme el malestar de los malos sueños y aún así verlo. Es verlo en mis sueños bonitos, es verlo en mis sueños tristes, es verlo en mis pesadillas. Es irme a la cama pensando en que quizás un día de estos Stephen King me va a responder un tuit, o quizás mañana me gane la lotería o algo interesante va a pasar mañana, algo que me va a cambiar la vida Y AÚN ASÍ SOÑARLO, WTF.

Es sentirlo en el clima, en las gotas de lluvia que resbalan por mi cara- la lluvia casi siempre me agarra sin paraguas, #tragic-, en el sol que quema mis hombros desnudos, en el viento que me besa con fuerza y alborota mi cabello, en el frío que me abraza cada noche y en las nubes grises que me siguen a cada lugar que voy. Es saber que es muy enfermo pensar así, que es científicamente imposible y aún así estar segura que está ahí, en la nada, en el todo.


(Felix deserved better. Fuck you MTV)



Y ya sé que van a pensar: Omg, Mariana, estás enamorada <333333333

Vaya, no se necesita ser alguien especialmente brillante para ver eso, pero eso no es la cuestión. Aquí el meollo del asunto es POR QUÉ.

¿Por qué, después de todo este tiempo, sigo sintiéndome igual? Como a punto de caerme a un pozo sin fondo, como a punto de resbalarme y darme en la madre, como a punto de atarle el nudo a la soga que está enredada en mi cuello.

¿Por qué es diferente a todo lo que anteriormente había conocido? No soy Taylor Swift, no tengo un gran historial de novios famosos y guapos, y lo poco que sé del amor es por lo que he leído. Pero mis vivencias me decían otra cosa. Desde la primera vez que me enamoré, hasta las personas que siguieron a ese tiempo, cada vez que me rompían el corazón yo pensaba que sería el fin del mundo, que no volvería a amar a alguien más, que nadie me iba a querer otra vez, que eso era todo. Que lo había tenido y que lo había perdido para siempre. 
Y pasaba el tiempo, conocía a alguien más y me enamoraba. ¡Y boom! 

Ahora parece que estoy descompuesta.  

Me he obsesionado con la idea de dejarlo atrás y enamorarme de alguien más. De veras, lo he intentado. Conocí a un tipo que es fan de Stephen King y le gustan tanto las películas del Studio Ghibli como a mí, que estaba guapo, que le gustan los perros y que quiere cambiar al mundo para bien Y NADA, NO SENTÍ NADA, NI SIQUIERA CUANDO ME DIJO QUE IBA A HACER LO POSIBLE POR MERECERME.

Nada, nadita, nadín, nope.

Pensé que quizás se debía a la influencia que tenía sobre mí, porque yo seguía hablando con él y pues cuando estás con la boca llena no puedes comer más, ¿Cierto? Eso me dije a mí misma. "Estás bien, Mariana, vas a ver cómo te gusta alguien más"

Viví seis meses sin él, en total silencio de su parte y de la mía. Fuera de ese círculo de perdición, seguramente podría darme la oportunidad con alguien más.

Y entonces conocí a un escritor. ¡UN ESCRITOR! Wowwwwwww, por fin podría hablar con alguien de cosas de libros, autores, géneros, de lo que sea que los escritores deberíamos hablar con otros escritores. Y fue muy amable conmigo y platicábamos mucho tiempo y me dijo que le gustaba. Y wowowwwwww PERO POR QUÉ NO SIENTO NADAAAAAAAAAA.


Llegué a la conclusión de que me rompió, por dentro, algo. No funciono como antes. Devastó con su tormenta lo que era. Lo revolucionó, lo cambió, lo chingó, lo hizo evolucionar o lo que sea. Omg. Y SIN MI PERMISO. Qué humillación y cuán indignada me sentía. Todavía si pienso en eso me siento indignada y me dan ganas de estrellar la cabeza contra la pared.




¿Saben cuál es la peor parte?

Que no lo necesito.

No lo necesito para en absolutamente nada en mi vida. Yo soy funcional, soy talentosa, soy inteligente, soy bonita, soy divertida por mi cuenta. Salgo a enfrentarme a la vida, hacer cosas de adulta, a convivir con mi familia, a reírme con mis amigos, a enseñarle a los niñitos, a ver mis programas de televisión, a leer en parques, en mi cama, en las escaleras, en el recreo, en el suelo, en todos lados donde me sea posible. Salgo y puedo ser feliz, y puedo conocer otras personas y puedo dedicar canciones a otras personas y puedo hablar con mis exs, y puedo construir y destruir mi vida y puedo ser yo.

Pero no quiero. No quiero. No quieeeeeeeerooooooooooooo.


No soy emocionalmente inestable -bueno sí, poquito pero esa es otra historia-, soy buena en lo que hago. Tengo una buena familia y tengo buenos amigos. Tengo un trabajo más o menos bueno. Soy joven. Tengo muchos sueños. Mi orientación sexual me da la pauta para enamorarme de literalmente cualquier persona adulta en el planeta. 

Y aún así decido no hacerlo.


Porque él no es mi familia, ni mi amigo ni mi amante, ni mi sueño ni mi milagro. 

Es una enfermedad que me va consumiendo desde adentro. Es el karma por todo lo que he hecho en mis vidas pasadas. 
Porque yo aquí sin él estoy bien, ahogándome del mismo amor que siento por él, pero bien a fin de cuentas.
Porque esto viene de mí para mí. Y porque estoy segura que él me hizo brujería, algo de magia negra, quizás le vendió su alma a satanás. Tal vez él es satanás.


O tal vez es eso de lo que hablan las historias de la mitología, aquellas cosas inevitables que están escritas en el cielo que deben pasar y que pasan tengan que cortarle la yugular a quién deban cortársela. 
Tal vez él es eso de lo que hablan las historias de terror de Stephen King, de esa normalidad que se tuerce cuando es tocada por lo no-humano, por lo malvado.
Tal vez él es eso de lo que me advierte Jane Austen que debo de cuidarme. Que tengo que tener cuidado si no quiero terminar como tantos románticos sin esperanza terminan, siendo absorbidos por fantasías culturales y sociales que se alimentan con el tiempo y los corazones jóvenes e incautos.

Tal vez él es eso de lo que canta Foxes en sus discos.
Tal vez él es eso de lo que Guillermo del Toro escribe y presenta en sus películas.
Tal vez él es ese final de Crazy Ex-Girlfriend que me hizo llorar.
Tal vez él es eso de lo que tanto yo huyo, de lo que me escondo y con lo que siempre termino tropezándome porque #torpe.







¿Tal vez?



No.




Lo es.



sábado, 14 de octubre de 2017

Una historia de terror

Bien dice mi hermana que no confíe en nadie, ni siquiera en mí misma y yo siempre me había reído de esa creencia tan huraña y misántropa, pero comienzo a pensar que quizás tiene más razón de la que alguna vez le he adjudicado. 

Y, es que, cuando hay jóvenes auto-destructivos, una casa sola y alcohol de por medio, ¿Qué tanto de mal puede ser convocado ahí? Les prometo, mis amigos suelen ser buenas personas. Cierto que no son muchos los que tengo, apenas y podría decir que son cinco o seis personas. Cierto que la mayoría de ellos son heterosexuales. También cierto que tengo más amigas que amigos. Y súper cierto que a todos los conozco desde hace años, casi desde la mitad de mi vida así que la confianza y el amor que puedo profesar por cada uno de ellos es incondicional, eterno y especial. Soy muy dada a regalar pedazos de mi alma a mis amigos. Para mí, no hay nadie como ellos y soy muy afortunada de tenerlos a mi disposición y que ellos me tengan a mí.

El problema no empieza cuando el tonayán hace de las suyas o cuando hay secretos de por medio que salen a borbotones de los labios secos de un borracho en medio de la noche. El problema no es que me esconda en los baños para mezclar pastillas y alcohol. El problema no es que se quieran esconder de lo que son, o revelen realmente ser quiénes desearían ser y no pueden.

El problema viene cuando rompen esa confianza con acciones que no corresponden a lo que dicen y juran y admiten y me recuerdan hasta el cansancio.



La historia va así:

Sería el cumpleaños #23 de una de mis mejores amigas, a quién conozco desde los catorce años más o menos -casi la mitad de mi vida- y yo quería organizarle algo, así que le pedí a otra súper amiga en común que nos prestara su casa para llevar a cabo una pequeña reunión. Nada grave. Pizza, quizás un pastel, un par de botellas, música, anécdotas y las bromas usuales, los mismos amigos de siempre... y fue así.

Pero el día no comenzó bien desde el momento en que el puto cajero de mierda de bancomer se tragó mi tarjeta cuando yo, que ya iba retrasada a mi destino, tenía que sacar dinero para ir a comprar algunos souvenirs. Me quedé colgada al teléfono intentando bloquear mi tarjeta y explicar lo sucedido para que me dieran una solución. Le pedí dinero prestado a mi mamá y al final ella y mi papá terminaron por llevarme a mi destino, donde pasaría un amigo en común -y algo así como el ex de la cumpleañera BUT WHO CARES, TODOS SON MIS AMIGOS- y otro de mis mejores amigos.

Llegué casi una hora tarde pero ellos me esperaban ahí en la camioneta blanca. Subí mis cosas y me fui con ellos a la casa de mi amiga para preparar lo que se debía preparar. Una vez hecho todo y ya que estábamos todos, empezamos a tomar. Uno de los invitados llevó tonayán, caribes, smirnoff, refresco y boss y yo había llevado refrescos y vodka también. Las pizzas tardaron en llegar pero cuando llegaron todos comimos de buena gana, aunque a algunos ya se nos notaba el estado de ebriedad -contándome, ya saben que a mí se me sube súper rápido, este cuerpo no aguanta ni madres-

Uno de mis mejores amigos en la vida, al menos que así lo veía yo, empezó a comportarse de manera muy extraña. Estaba insistiendo en que quería tocarme, torpemente acercaba su mano para subirme la blusa o bajarme la falda. Al principio como que pensé que estaba jugando porque además cabe resaltar que este amigo en cuestión carga su reputación como un orgulloso y talentoso hombre homosexual, así que el hecho de que él pudiera estar interesado en tocarme a mí, una mujer cisgénero, iba más allá de lo absurdo, pero al final pensé que en realidad la sexualidad es un espectro y bueno, pero eso es otro tema.

Luego esas "bromas", esos acercamientos inocentes se volvieron violentos. Realmente estiraba su mano hacia mí con la intención de tocarme, me abrazaba, se sentaba en mis piernas, perreaba en mi hombro o me ponía el pene en la cara -obvio con la ropa puesta-
Su agresión, esa desesperación porque lo dejara hacer lo que quería hacer conmigo se hizo cada vez más evidente. Yo estaba como trababa. Era obvio que estaba ebrio, no sabía cuánto, pero estaba muy mal. El tipo jamás en mi vida se había intentado propasar conmigo, ni tomar ventaja de mí, ni siquiera cuando hace alrededor de cinco o seis años le confesé que me gustaba.

Eso había sido hace cinco o seis años, y yo en ese tiempo había cambiado. Dejó de gustarme, naturalmente, y yo me fijé en otras personas, inicié relaciones con otras personas y seguí con mi vida, al igual que él conoció a otras personas y se enamoró de otras personas.

Pero esa noche pareció dejar de importar que nuestra amiga cumplía 23 años, sino que ahora parecía que todo se trataba de él, su ansiedad por tocarme sexualmente y lo que había sucedido hace tiempo. 

"Eso ya pasó hace mucho tiempo", le dije en frente de todos cuando mi amigo me encaró diciendo que "si bien que te gusta" cuando le pedí que me dejara en paz.

Tales fueron sus ataques, su agresividad, que la dueña de la casa se metió a defenderme y le preguntó que por qué la traía contra mí.

Mi amigo, arrastrando las palabras, logró articular un muy perturbador "porque se me antoja".

OKAY, SE TE ANTOJA QUÉ, PINCHE CULERO.

Yo ya no estaba ebria, ni me sentía festiva ni me sentía cómoda. Estaba sobria, muy sobria, y me sentía horrorizada y me sentía vulnerada y me sentía humillada, quería salir corriendo de ahí pero estaba como trabada.
Los demás también estaban como que extrañados, trabados, en shock. Nadie podía creer que el comportamiento tan errático, tan violento y abusivo como ese saliera a relucir en este amigo.


Estaba a nada de ponerme a llorar cuando se me ocurrió llamar a mi mamá y pedirle que me recogiera. Al cabo de media hora así fue y cuando ya estaba recogiendo mis cosas, luego de que éste amigo en particular cayera desmayado y se hubiera vomitado por todo el suelo, tuve que explicar por qué me iba.

Me molestó porque, DE VERDAD ME ESTÁN PREGUNTANDO POR QUÉ ME VOY TAN TEMPRANO, PRROS???

Y me molestó más porque en realidad no hice gran cosa por defenderme. Intenté esquivarlo, decirle que me dejara en paz, tener paciencia porque estaba ebrio, quitármelo de encima no fue tan sencillo. Hubo un momento en la noche en que alcanzó a tocar mi pecho derecho y lo único que pude hacer fue pegarle en la cara. Me quedé estática. Estaba más allá del horror.


Era mi amigo. Yo pensé que lo era. Lo amaba muchísimo, confiaba en él tanto que hubiera dejado mi vida y mi muerte en sus manos, lo conocía desde hacía casi la mitad de mi vida... Y al final resultó no ser lo que yo pensé que era.
¿Qué persona haría eso?


Quise menospreciar lo que pasó al justificarlo de alguna manera por su estado de ebriedad. "Fue mala copa", como dirían algunos.
Pero cuando llegué a mi casa toda alterada y triste y humillada y le conté a mi hermana lo sucedido, ella dijo que "Si lo hizo ebrio, lo pensó sobrio".


Cuando me desvestía para meterme a bañar, el olor de su perfume seguía en mi ropa, en mi piel y me dieron ganas de llorar. Vaya manera de arruinarme el puto fin de semana a mí y a los demás, pero más a mí.
Me fui a la cama deseando que al día siguiente le diera una cruda de esas que te hacen replantear el suicidio.


Y cuando desperté, tenía varios mensajes suyos "disculpándose". No se acordaba de lo que había hecho pero que la dueña de la casa, mi amiga, le había contado. Que había sido un culero y que lo perdonara, porque él me quería mucho.

¿Lo puedo perdonar?


No lo sé.


¿Puedo volver a confiar en él?


No lo sé.


¿Podemos volver a ser lo que éramos?


No.



sábado, 7 de octubre de 2017

LAS películas del ayer y el hoy

Octubre llegó y con él viene la promesa de que quizás la mejor fiesta de jalogüin se organice este año y yo asista.
O no.
Pero llegó con el otoño y las oportunidades de aterrarnos a nosotros mismos son infinitas. No voy a mentir: Para mí es jalogüin desde el momento en que inicia agosto.

Verán, el jalogüin, así como el día de muertos, lo spooky, lo divino, lo oscuro, lo tenebroso, lo raro es para mí y es una manera de vivir esta línea temporal. Los invito a ser spooky todo el año, hasta en navidad y día del niño.

Como sea, con motivo de lo mismo que ya mencioné, hoy vengo a dejarles diez recomendaciones de películas, cinco actuales y cinco clásicas y como tienen MI GARANTÍA, sabrán entonces que sí o sí tienen que verlas.

Esto aplica para los que disfrutan el cine del terror, para los que se asustan con facilidad y para los que pasan la mitad de la película con las manos en los ojos.

>:3


1.-

It
2017
Andres Muschietti


Vamos a empezar quizás con una película bastante obvia: It.

Hay tantas cosas buenas que hay que decir de ella que lo único que quiero aclararles es que es una película que yo encontré muy completa. Vamos, sí, está basada en un libro (librote, tiene más de mil páginas de letra pequeña, lmao), y no cualquier libro, UN LIBRO DEL MISMÍSIMO STEPHEN KING, mítico personaje que se dedica a escribir historias extrañas y sacadas de tus más profundas pesadillas, pero además del asunto del terror y chalalá, también te hace enamorarte, te hace reír, te hace llorar, te hace sentir niño otra vez.

Como buena adaptación, naturalmente hay cosas que no van a encajar, empezando por la época: La película está situada por allá de los ochenta, y en el libro la infancia de los protagonistas es en los sesenta. Bastante para diferenciar, además de que cuando se escribió el libro las cosas eran muy diferentes a como lo son hoy. También es importante recalcar el peso que tiene la mini-serie, así como la emblemática actuación del queridísimo Tim Curry.

O sea, la mini-serie por sí sola funciona bien, es bastante buena y Tim impecable as fucking always, pero si tomamos como referencia que detrás de la mini-serie hay un libro, la verdad no, no, nel, nop, no me gusta, no me convence.

La película hace otro trabajo.  Se nota realmente que no sólo leyeron el libro, sino que también lo estudiaron con cuidado. Se cuidó cada detalle, se adaptó a la época -vieran que la mitad de los monstruos que salen en el libro fueron adaptados para que en la película sí dieran miedito-

Mirar la película por donde la miremos, es un sí o un sí. Los niñitos actores tienen un carisma tremendo, cada uno de ellos te hace recordar lo que es ser vulnerable, tener miedo y que nadie te crea a los doce años... El actor de Pennywise es un chavo súper guapote -perdón, las hormonas, ya know- sueco que viene de una familia de ya de por sí talentosos y guapotes actores, es dirigida por un latino, un argentino y lo más importante... TIENE LA BENDICIÓN DE STEPHEN BB KING <3


2.-

The Exorcist (El Exorcista)
1973
William Friedkin




UN CLÁSICO POR EXCELENCIA, SI NO LA HAS VISTO, ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO CON TU VIDA? ¿QUIÉN ERES? HAZTE UN FAVOR Y VELA AHORA MISMO.

Está basada en un libro -oh, sorpresa, la mayoría de las buenas películas son libros, lmao-, pero aún así nadie niega el tremendo poder que tiene como filme. 

Es horrorosisisisisímo. El pavor que provocó alrededor del mundo es memorable, el pánico, la ansiedad y las preguntas existenciales que plantó nos siguen hasta este momento. La eterna lucha del bien contra el mal, pero en este caso, el bien es encarnado por humanos, dos sacerdotes, una madre preocupada y una niña inocente mientras que el mal... es el mismísimo mal y pues lol.

Aterradora, religiosa, científica, real, fantasiosa, perturbadora... 

La verdad no es una película que recomendaría a todo el mundo porque sí está fuerte pero la neta sí véanla.

Valdrá el trimestre de trauma que les causará.


3.- It Follows
2014
David Robert Mitchell


Hay algo encantador en las leyendas urbanas, ¿No? Sobre todo CUANDO TE PASAN. 

Recién que salió la película la vi -por internet porque no sé si se estrenó aquí en MeMéjico- y realmente no tenía muchas referencias, pero me pareció interesante. Me llamó la atención la juventud de sus protagonistas y la naturaleza de la maldad con la que se debían enfrentar y el resultado fue una hermosa pieza de película de terror.

Aterradora por todos lados, personajes que te hacen sentir empatía, esa ansiedad, esa desesperación de saber que ellos realmente están haciendo algo por salvarse Y AÚN ASÍ NO ES SUFICIENTE, qué sufrimiento.

Buena, buena, buena. 


4.- Hasta El Viento Tiene Miedo
1968
Carlos Enrique Taboada



El cine mexicano también ha hecho algunas joyitas del cine de terror y esta película es una prueba de ello. Va, que Martha Higareda hizo un remake, pero en esta ocasión la original es la que tiene la preferencia.

Tenebrosa, el suspenso a mil, el drama y sobre todo, las miles de ideas que te vas haciendo durante la película de cómo va a resultar todo es lo que carcome por dentro tu alma ingenua y desnuda.

Y bueno, el remake no le hizo justicia. Vean la original, apoyen al cine mexicano, y atérrense mucho de aquellas almas en pena buscando usar cuerpos humanos para lograr sus objetivos.



5.- Don't Breathe
2016
Federico Álvarez



Mi amor por Jane Levy sólo incrementó cuando vi esta película que necesariamente no entraría en la categoría de "aterradora". 
Es inquietante, es extrema, el estrés y la ansiedad a los que te someterán serán casi a niveles inhumanos y aún así, es una muY BUENA PELÍCULA.

Funciona como thriller, funciona como película de suspenso, funciona como la quieras ver, incluso aunque no quieras que funcione igual funciona.

Tres muchachitos tienen un "negocio" para conseguir dinero rápido y fácil y cuando deciden llevar a cabo su último plan antes de retirarse, lo que se encontrarán en aquella última casa será tan horripilante como extremo af.

Además Jane se ve súper divina de rubia <3 y también aparece Dylan bb -ahora súper famoso por la polémica serie 13 Reasons Why- y qué bonito ambiente forman, el de escapar de las garras de un sujeto que parece salido de las tinieblas del infierno. Encantador.


6.- The Sixth Sense
1999
M. Night Shyamalan



Les digo que si algo tienen en común los niños y los animales son que ellos tienen facilidad de ver a los no-vivos, a los espíritus, a los fantasmas, a las energías que despedimos luego de morir... Y esta película retrata exactamente eso.

Recuerdo que tenía alrededor de seis años cuando vi esta película y si algo aprendí de ella es que nunca nadie me iba a creer si algo horriblemente paranormal me sucedía y hasta la fecha casi nadie me cree y piensan que estoy loca n_n <3

La historia va así: Un niñito que es atormentado por su don de ver fantasmas se ve en la necesidad de ser terapeado por un psicólogo infantil que intenta ayudarlo tanto como puede.

La música está uuuuffffff
El guión está uuuuufffff
Las actuaciones están uuuffff

Y EL MEJOR PLOT TWIST DE LA VIDA, créanme. 

La película te asusta, sí, poquito sí, te hace pensar, sí, también, pero sobre todo da una perspectiva de niño y de adulto, de lo que crees que es verdad y de lo que consideras fantasía.

No desperdiciarán ni un minuto de sus vidas viendo esta película. #GARANTIZADO


7.- Lights Out
2016
David. F. Sandberg



La oscuridad, ese terror que todos, TODOS, TODOS, TOOOOODOOOOSSSS TENEEEMOOOSSSS, T O D O S    T E N E M O S, toma un nuevo matiz en esta película. La oscuridad, la ausencia de la luz nunca se sintió tan aterradora. No sólo es luchar contra la entidad maligna que amenaza con arruinarte la vida y la de tus seres queridos, sino que a demás la luz no sirve de mucho y si te sirve NO ESTÁ, ALV.

Con estéticas sencillas pero extrañamente incómodas de ver y muy perturbadoras, la bella Teresa Palmer<3 encabezando el cast y la historia escrita de una manera inquietante.

El 2016 fue un gran año para el cine de terror, sin duda.


8.- Ju-On:
2003
Takashi Shimizu




Uno de mis continentes favoritos, y siendo más específica, uno de mis países favoritos ha producido de las mejores películas de terror alguna vez vistas por la raza humana. Lo cierto es que la cultura oriental es tan diferente a la occidental que su percepción de la maldad, el miedo y la muerte es fascinante, casi adictivo para mí. Y aterrador, por supuesto.

Ya todos sabemos que a Estados Unidos les gusta copiar todo lo que ven apenas se vuelve popular y por supuesto ha hecho varios remakes de muchas películas asiáticas, así que probablemente ya conocen esta que para variar, conservó el mismo nombre pero doblado: "The Grudge" (la maldición, pues)

Pero yo quiero hablarles de JU-ON, la original. No sólo es más aterradora, sino que todo el contexto cultural OBVIO ES SÚPER IMPORTANTE Y NO LO DEBEN OLVIDAR.


9.- Train To Busan
2016
Yeon  Sang-ho



Les digo que los asiáticos hacen todo bien, carajo, qué envidia y qué bendición que nos compartan de lo suyo. 

Esta película es una verdadera delicia desde el aspecto psicológico-suspenso-terror. Los zombis nunca se vieron tan horribles, y menos en un tren. La travesía de un hombre por salvar a su pequeña hija que viaja en un tren infestado de zombis y que amenazan con destruir a la humanidad, pero más próximo, al país entero de Corea del Sur, se verá lleno de obstáculos, muertes, sacrificios y mucha lucha emocional y física... ¿Y la esperanza es lo último que muere?

Maaaaan, me traumó esta película de lo buena que está y el final es imperdible. Una joya de la humanidad, guarden este post.

10.- Shutter 
2004
Banjong Pisanthanakun - Parkpoom Wongpoom



Los tailandeses nos removieron hasta los calzones con esta película, la neta sí se mamaron, está súper buena y súper aterradora y omg no voy a poder dormir de sólo ver esa foto y recordarla.


Véanla, súper recomendable, no la vean solos y si sí la ven solos pos sean valientes. 













Concluyo este post de películas súper recomendadas para acompañar su Octubre Spooky y los invito otra vez a ser raros y aterradores todo el año. A mí no me gusta estar asustada y sin embargo, me asusto con suma facilidad, veo fantasmas casi a donde sea que vaya y me gusta mucho las cosas de terror pero es como mucho suceso en mi vida:

No tiene ningún pinche sentido pero hay que verlo por el lado bueno. Al menos quemo calorías viendo pelis de terror -es neta, lo leí en una revista científica-